Zoila

  • El jurado destacó la maestría de la autora en Mi amiga telepática para evocar voces narrativas infantiles muy verosímiles, así como los temas complejos y profundos que aborda

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL) y el gobierno del estado de Campeche, por medio del Instituto de Cultura y Artes de la entidad, después de leer y evaluar las propuestas participantes en el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2023, determinaron que la obra ganadora es Mi amiga telepática, de Zoila Elizabeth Hernández Apráez.

El jurado, conformado por Mónica B. Brozon, Adolfo Córdova Ortiz y Carlos Javier Farfán Gómez, consideró que este título es merecedor del premio por la maestría de la autora, tanto para evocar una voz narrativa infantil muy verosímil, como para combinar elementos imaginativos y cotidianos, lo que da como resultado un relato de múltiples capas anecdóticas y emotivas.

Además, los integrantes del jurado también tuvieron en cuenta los temas complejos y profundos que trata la autora, sin perder el sentido del humor y evitando los juicios de valor y lecciones morales propias del mundo adulto. Al respecto del galardón, la autora se dijo contenta y agradecida con los organizadores del premio y con los miembros del jurado que dieron su voto de confianza a su obra Mi amiga telepática. También señaló que se siente honrada, pues el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada es un concurso de prestigio, cualquier escritor que escriba para niños se sentiría halagado al recibirlo.

“Es un honor para mí obtener este galardón. Me siento muy honrada, más todavía siendo una extranjera que vive en México. Es una gran oportunidad para que este concurso nos abra la puerta a los autores extranjeros que residimos en México para que demos a conocer nuestro trabajo y nos trate como a un mexicano más. Celebro el espíritu universal de este concurso”, dijo.

Sobre su obra, contó que está escrita en primera persona. Es una historia narrada por Paloma, una niña de ocho años que tiene largas conversaciones mentales con Monserrat, una niña que aún está en el vientre de su mamá, a quien le va describiendo el mundo exterior que desconoce. Le cuenta los conflictos cotidianos y familiares desde su perspectiva y con la inocencia de su edad.

“La mamá de Paloma se embarazó siendo una adolescente y en el momento en que la obra comienza, se va a otra ciudad para estudiar en la universidad. La niña se queda a vivir con sus abuelos, que se han separado por causa del alcoholismo del abuelo. Paloma se comunica telepáticamente con su mamá para sentirse acompañada por ella, mientras vive los conflictos de su edad y de su entorno familiar”, explicó.

Sobre el título, dijo que Mi amiga telepática lo encontró desde el principio, pues fue lo primero que llegó a su mente y, a partir de ahí, construyó la historia de una niña que usa el poder de la telepatía para estar cerca del ser que más ama en la vida: su mamá.

Su interés por escribir literatura infantil, dijo, se debe a que le gusta escuchar a los niños y hablar con ellos. Comentó que en su familia vio crecer a sus sobrinos, que ahora son adultos, y otros que aún son pequeños.

“Cuando visito a mis sobrinos, suelo pasar tiempo con ellos jugando, preguntándoles cosas. También tuve la oportunidad de hacer un programa infantil para el Instituto Mexicano de la Radio, que se llamaba Cosquillas. Allí entrevistaba a niños, escribía para ellos y se me fue desarrollando el oído para capturar esas vocecitas. Los niños dicen cosas muy interesantes y profundas. Son espontáneos al hablar, hablan desde el corazón, por eso, sus voces siempre son auténticas. Todos estos elementos me ayudaron a encontrar la voz narrativa de mi personaje”, expresó.

“En la literatura infantil, el humor es un ingrediente esencial para mí. Los niños son alegres por naturaleza, todo les da risa, quieren reír todo el tiempo.La risa viene de lo más profundo de nuestro ser. La mayoría de los niños tienen buen humor porque ven la vida sin juicios de valor, y Paloma, mi protagonista, no es la excepción, y desde allí, del humor, ella se relaciona con temas complejos y profundos como el alcoholismo de su abuelo, la ausencia de su madre, los conflictos de pareja de sus abuelos, el trabajo de los adultos”, agregó.

Sobre la creación de ambientes y personajes, características tomadas en cuenta por el jurado, la autora contó que ella nació en un pueblo y se tuvo que ir de ahí para estudiar en la universidad. Comentó que recuperó esas emociones y ese entorno para escribir Mi amiga telepática, con personajes y contextos que le eran muy cercanos.

“Me causa gran satisfacción que una institución como el Inbal, por medio del Premio Infantil Juan de la Cabada, se haya fijado en la niña de un pueblo perdido en el mapa, que, con su alegría, su imaginación y sus conversaciones telepáticas, construye un mundo mejor”, finalizó.

Promoviendo el interés creativo en el género cuentístico para la infancia desde 1977

El Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada fue creado en 1977 con el objetivo de promover el interés creativo en el género cuentístico para la infancia y, al mismo tiempo, rendir homenaje al narrador y dramaturgo campechano que da nombre al galardón.

Este premio lleva 46 ediciones realizadas de forma ininterrumpida. Entre las personas ganadoras de este galardón destacan: Gabriela Rábago (1977), Mireya Cueto (1978), Silvia Molina (1992), Ignacio Padilla (1994), David Martín del Campo (1995), Carmen Leñero (1996), Javier Malpica (2002), Martín Solares (2008), Karen Álvarez Villeda (2014), Efraím Blanco (2019), Emilio Ángel Lome (2020), Silvia Zenteno de León (2021) y Denisse Pohls Pérez (2022).