• Conversará con Carmen Fernández Cáceres el viernes 8 de abril a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

 

El libro Melancolía y manía de Lino Díaz-Barriga Salgado es una travesía por la senda de las emociones humanas. En una conversación con la psicóloga Carmen Fernández Cáceres, el autor profundizará sobre las manifestaciones del sufrimiento en la filosofía y la literatura. Este acto tendrá lugar el viernes 8 de abril a partir de las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

 

Lino Díaz-Barriga Salgado es psiquiatra y psicoanalista. Entrevistado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, comenta que Melancolía y manía surgió por una motivación interna relacionada con el temor que se tiene a la melancolía, la manía y la locura, las cuales, indica, se han estudiado desde la antigüedad y, por lo mismo, pueden ser vistas desde distintas ópticas, como la literatura, la filosofía, la medicina o el psicoanálisis.

 

 
  • Conversará con Carmen Fernández Cáceres el viernes 8 de abril a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

El libro Melancolía y manía de Lino Díaz-Barriga Salgado es una travesía por la senda de las emociones humanas. En una conversación con la psicóloga Carmen Fernández Cáceres, el autor profundizará sobre las manifestaciones del sufrimiento en la filosofía y la literatura. Este acto tendrá lugar el viernes 8 de abril a partir de las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

Lino Díaz-Barriga Salgado es psiquiatra y psicoanalista. Entrevistado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, comenta que Melancolía y manía surgió por una motivación interna relacionada con el temor que se tiene a la melancolía, la manía y la locura, las cuales, indica, se han estudiado desde la antigüedad y, por lo mismo, pueden ser vistas desde distintas ópticas, como la literatura, la filosofía, la medicina o el psicoanálisis.

 

“En una ocasión estaba escuchando el CD Fresh Aire VI –de Mannheim Steamroller– inspirado en la mitología griega, el cual contiene un tema llamado Nepenthe, que es una droga de origen egipcio para no experimentar dolor. Se trata del opio.

 

“Se me ocurrió que podría hacer un seminario para el personal con el que trabajaba en una institución contra el uso y abuso de drogas y fue así que durante dos años impartí ese tema como una especie de gran encuentro que se enlazó con un concepto médico llamado diagnóstico dual, que en teoría sugiere que la dependencia a las drogas puede coexistir con los llamados trastornos del estado de ánimo. Esta es parte de la inquietud que tardó tiempo en germinar para la elaboración de este libro”.

 

Al hurgar para su investigación en el antiguo Papiro Ebers, documento que data del siglo XVI a. C., Lino Díaz-Barriga encontró registros de que en la antigüedad ya se estudiaba un padecimiento que en la actualidad se conoce como epilepsia y un estado de pérdida de interés en las actividades de la vida diaria. Más tarde, reencontró muchos ejemplos en la mitología homérica, donde identificó claramente estados de profunda tristeza y desesperanza que terminaron en suicidios.

 

“El recorrido posterior va de la mano de escritos filosóficos de Aristóteles y Platón en clara referencia a la melancolía y a la manía, respectivamente. En este andar de búsqueda orientada, estas dos afecciones se describen de manera breve a lo largo de la historia de la medicina y de la filosofía, desde la Grecia clásica hasta el Renacimiento y el advenimiento de la psiquiatría y del psicoanálisis”.

 

Para Díaz-Barriga Salgado, Melancolía y manía puede ser una fuente de aprendizaje, por lo que invita al público a que se abra a la oportunidad de repasar, actualizar o conocer la información sobre estos temas; “que identifiquen a los distinguidos viajeros de la Nave de los locos, de la melancolía, en su matiz de genialidad; que dispongan de una inclinación para reconocer a las personas aquejadas por estas afecciones, y, fundamentalmente, que sepan poner en práctica su conocimiento y darles un trato digno sin estigmatizarlos.

 

“La melancolía, la locura y la manía están bien clasificadas, pero hay algo que no va a cambiar nunca y menos en la actualidad: las personas tenemos la necesidad de ser escuchadas y si, por fortuna, nos toca alguien que sepa escuchar y vaya más allá de nuestro discurso manido de toda la vida, entonces podremos ser sujetos de palabra, de escucha y, si es necesario, de prescripción farmacológica.

 

“La melancolía hoy en día es un complemento de clasificaciones diagnósticas con fines estadísticos y la locura sigue siendo locura. De acuerdo a como lo entiendo, podemos dialogar con el loco y, quizá, lograr que su sintomatología sea de orden funcional, es decir, que pueda desempeñarse como otro ser humano en el reconocimiento de su diferencia”, concluye.

 

 

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