• Con la participación de Arturo Ríos, Elena de Haro y Pedro de Tavira Egurrola

• El domingo 26 de julio al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Poeta, narrador, cronista y ensayista, Vicente Quirarte es considerado uno de los escritores más sensibles de nuestro tiempo. Miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) desde 2003, es el segundo ocupante de la silla XXXI, misma que perteneció a Carlos Pellicer.

La obra de Quirarte será la protagonista de una lectura en atril que tendrá lugar el domingo 26 de julio a las 12:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Prestarán sus voces los reconocidos actores Arturo Ríos, Elena de Haro y Pedro de Tavira Egurrola en esta sesión del ciclo Leo… luego existo, que tiene como finalidad promover la lectura en todo el país y que forma parte del programa de Extensión Cultural del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

• Con la participación de Arturo Ríos, Elena de Haro y Pedro de Tavira Egurrola

• El domingo 26 de julio al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Poeta, narrador, cronista y ensayista, Vicente Quirarte es considerado uno de los escritores más sensibles de nuestro tiempo. Miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) desde 2003, es el segundo ocupante de la silla XXXI, misma que perteneció a Carlos Pellicer.

La obra de Quirarte será la protagonista de una lectura en atril que tendrá lugar el domingo 26 de julio a las 12:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Prestarán sus voces los reconocidos actores Arturo Ríos, Elena de Haro y Pedro de Tavira Egurrola en esta sesión del ciclo Leo… luego existo, que tiene como finalidad promover la lectura en todo el país y que forma parte del programa de Extensión Cultural del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Arturo Ríos y Pedro de Tavira fueron los protagonistas de Melville en Mazatlán, una puesta en escena de un acto en la que Quirarte tuvo el objetivo de reflexionar sobre el oficio de escribir, a través de la figura del escritor neoyorquino Herman Melville, autor de Moby-Dick. Este trabajo se realizó en conjunto con el director de escena Eduardo Ruiz Saviñón.

Vicente Quirarte ha recibido reconocimientos como el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 1979, la Medalla Gabino Barreda 1989, el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas 1990, el Premio Xavier Villaurrutia 1991 y el Premio Sergio Magaña 2000.

En 2011 fue galardonado con el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, debido a que ha mantenido una estrecha relación con la vida y la obra del autor de La suave patria.

En cuanto a la obra poética de Quirarte, Hugo Gutiérrez Vega ha resaltado: “Demuestra que la poesía es un género literario que brota de las entrañas y circula por los más recónditos parajes del misterio humano”.

César Gándara, narrador y promotor literario mexicano, ha escrito que Quirarte es un poeta con quien el lector puede estar seguro de estar sostenido por el oleaje denso de la musicalidad. En ella tiene oportunidad de graficar su erudición ávida de detalles.

También describió que el “enorme privilegio” que provocó en Quirarte ocupar la silla XXXI de la AML fue motivo para que no solo escribiera acerca de la obra del poeta tabasqueño, sino sobre toda la generación de los Contemporáneos.

“La intensidad alcanzada por Quirarte nace de un sentimiento genuino, pero también de una contención, de un inmenso dolor dominado por la pericia formal, por una sabiduría poética que encuentra las palabras justas y las imágenes necesarias para expresar la pena y derrotar la invencible muerte por el tiempo preciso en el cual la lectura de los poemas sobrepasa los límites de lo real y mantiene vivo a lo ya pasado”, escribió Gándara.

La obra literaria de Quirarte abarca la poesía, la narrativa, el teatro, la crítica literaria y el ensayo histórico. Razones del samurai, Peces del aire altísimo, Del monstruo considerado como una de las Bellas Artes, Elogio de la calle: biografía literaria de la Ciudad de México 1850-1992, La invencible, Esa cosa tan de siempre y La hija de Rapaccini son algunos de sus títulos.