• La tierra pródiga. Siete narradores jaliscienses presenta un selección de materiales gráficos y documentales

  • La exposición puede apreciarse en el stand de Conaculta en las instalaciones de la XXV Feria Internacional del Libro de Guadalajara

El Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invitan a visitar la exposición/instalación literaria La tierra pródiga. Siete narradores jaliscienses, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del INBA y la cual se presenta como parte de las actividades de la XXV Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

La muestra presenta una selección gráfica y documental en soporte multimedia sobre José López Portillo y Rojas, Mariano Azuela, Francisco Rojas González, Agustín Yáñez, Juan José Arreola, Guadalupe Dueñas y Vicente Leñero, autores nativos de Jalisco cuya obra se considera fundamental en la historia de la literatura mexicana del siglo XX.

 

La tierra pródiga. Siete narradores jaliscienses se puede apreciar desde el 26 de noviembre y hasta el 4 de diciembre en el stand de Conaculta dentro de  las instalaciones de la FIL-Guadalajara (Av. Novelistas y Calle H).

 

La propuesta de esta exposición/instalación es recrear los paisajes del estado de Jalisco como detonador de la sensibilidad literaria de cada uno de los autores. La instalación multimedia consiste en siete prismas triangulares de luz, uno por cada autor, los cuales proyectan desde cada una de sus caras una imagen del paisaje jaliscience, un retrato del narrador y un texto de su autoría.

 

Cuando algún espectador se acerca a los prismas, éstos  reproducen el audio con un pasaje de las obras de los narradores seleccionados. La lectura de los fragmentos está a cargo de los reconocidos actores Luis Gimeno, Carlos Bracho, Pilar Pellicer, Fernando Becerril, Mauricio Ochmann, Raymundo Capetillo y Guillermo Murray.

 

La conjunción de las proyecciones y el audio de las dramatizaciones sugiere la presencia de las ánimas que habitan las narraciones de algunos de los escritores que componen la muestra.

 

Si el mariachi, el tequila y los charros son símbolos de Jalisco, pero a la vez de todo lo mexicano y con los cuales la cultura nacional se proyecta universalmente, de la misma manera sucede con las letras jaliscienses. Por ello, como apunta en el prólogo de la exposición el curador Luis Felipe Lomelí, “los grandes narradores jaliscienses son nuestros y son de cualquier lector en cualquier lugar del mundo. Sus novelas y cuentos cambian según el entorno, entonces los personajes de Agustín Yáñez son campesinos oaxaqueños, o chinos, o polacos. Porque nuestra mejor herencia es tan nuestra que es universal”.

 

Y si se trata de identificar la fuente de la singularidad de las letras jaliscienses, el curador de la muestra la ubica en el carácter ambiguo y fronterizo del estado, pues como afirma Luis Felipe Lomelí, Jalisco no es ni el sur ni el norte, es la frontera entre el campo y la ciudad, entre la modernidad porfiriana y el feudalismo charro, entre el liberal de levita y el conservadurismo católico. Pero también, y sobre todo, Jalisco es la tierra donde mundo e inframundo se confunden y por eso las ánimas caminan con los vivos.

 

De esta riqueza de la tierra y cultura jaliscienses que se plasma en su literatura, los autores seleccionados para esta muestra son apenas algunos de sus mejores exponentes, “todos ellos son culpables de ponerle sabor al caldo, de darle su manita de gato a esta estampa de nuestra tierra y nuestra gente que es la literatura”, concluye Luis Felipe Lomelí.