• En La voz de la memoria, el domingo 22 de enero al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce

  

“Nunca pensé que el sueño de toda mi vida se fuera a hacer realidad. ¡Voy a estar en Bellas Artes!”, manifestó con emoción Martha Garnica, de 79 años de edad, quien forma parte del taller de narración oral para adultos mayores del ciclo Temprano cuentan los abuelos, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, en colaboración con el Foro Internacional de Narración Oral (FINO).

A las 12:00 del domingo 22 de enero, 12 integrantes del taller se presentarán por primera vez en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. En la actividad 

La voz de la memoria, los narradores orales Guadalupe Almaraz, Leticia Escobar, María Sotomayor, Martha Garnica, Ramona González, María de la Luz Soto y Miguel Ángel Pech, entre otros, contarán anécdotas y cuentos de la literatura y la tradición oral que evocan el imaginario de diversas épocas y latitudes.

“Mi emoción es inmensa. Hace tres años llegué invitada por María Sotomayor. Estar en Bellas Artes es para mí un sueño increíble hecho realidad. Quiero agradecer a este taller por todo lo que me ha proporcionado. Estar aquí a estas alturas de nuestras vidas es un regalo. ¡Es un regalo, inclusive, recuperar la memoria! Eso no estaba en mis planes”, compartió Martha Garnica en la más reciente sesión de Temprano cuentan los abuelos, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia (CCLXV).

En entrevista, el coordinador del taller y director del FINO, Armando Trejo Márquez, comentó que después de tres años de formación en el taller y de contar historias en diferentes espacios como el CCLXV o la Capilla Alfonsina, algunos de los miembros del taller se presentarán en la Sala Manuel M. Ponce para tener la oportunidad de estar ante un público mayor. “Cada uno de ellos se ha esforzado y comprometido muchísimo, y tenido una formación sólida y, sobre todo, muchísima disciplina para poder estar en un espacio como el Palacio de Bellas Artes”, aseguró Trejo Márquez.

“Yo, por ejemplo, estudié para contadora, pera nunca me imaginé que sería contadora pública. Esto es una maravilla que me cambió la vida. Es un gusto contar un cuento y ver la sonrisa de cada uno de ustedes”, comentó Guadalupe Almaraz al público de Temprano cuentan los abuelos, en una sesión reciente.

Armando Trejo señaló que los 12 narradores han estado permanentemente en el taller y que para ellos la presentación del domingo 22 será la culminación de un trabajo de preparación que consiste en la selección de los contenidos, la adaptación de los mismos para poder contarlos y hallar el lenguaje indicado para narrarlos ante un público. Indicó que el repertorio de los narradores abarca cuentos de Alfonso Reyes y Guillermo Samperio, leyendas de la tradición oral y también historias de su propia creación.

“Los cuentos hay que trabajarlos, recortarlos, editarlos, sin que pierdan su esencia. Me ha costado trabajo hacer de un cuento de 20 hojas uno de cinco minutos sin que pierda su esencia y que me lo aplaudan aquí”, aseveró Martha Garnica. Por su parte, María Sotomayor indicó que su repertorio de narración oral incluye el cuento Doña Rosario que ella misma escribió, en recuerdo de su suegra.

Por su parte, Miguel Ángel Pech refirió: “Para mí es importante cambiar de escenario, porque estar aquí a veces no es fácil. Uno ve las caras, las expresiones, en ocasiones de sorpresa, de gusto, a veces una sonrisa… Uno puede distraerse, y en un lugar mucho más grande, obviamente con mucha más gente, de alguna forma uno tiene que tratar de concentrarse en lo que está haciendo. Es para lo que uno se ha estado preparando. Creo que es importante un escenario más grande, pero finalmente uno trata de dominar esa pequeña o gran narración para hacerla de mejor forma y satisfacer a quienes nos visitan”.

Armando Trejo concluyó: “No es una lectura en voz alta, no es un cuento teatralizado ni se representa: es solo la voz de los narradores, que en este caso serán los adultos mayores, con todos sus años de experiencia, que le contarán a un público que está recuperando el gusto por escuchar. Por primera vez se presentarán en el Palacio de Bellas Artes, al igual que otros narradores profesionales del FINO. Lo único que les pedimos a los asistentes es que apaguen sus celulares y abran su corazón y su razón para disfrutar de estas historias”.