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De inoportuna muerte de Agustín Jiménez es el viaje peregrino por las fuentes de la sabiduría cuando el delirio de la enfermedad transforma la realidad en una pesadilla de incertidumbre y desesperación. El autor presentará esta novela en compañía de Luigi Amara, María Novoa y Luis Bernardo Pérez este jueves 16 de noviembre a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

Agustín Jiménez (Ciudad de México, 1955) escribe en esta novela que el viajero es como el enfermo: está en equilibrio entre dos mundos. Con la enfermedad viene la angustia de la muerte y el deseo de vida; las oraciones divinas se convierten en un canto de esperanza. Tras detectarle una fístula cerebral, el protagonista de esta historia narra su viaje de introspección tratando de encontrar la salida de su enfermedad o resignarse a la muerte.

 

En entrevista, el autor compartió que este libro es una deuda que surgió cuando se encontraba en el quirófano porque se le reventó una arteria. “De inoportuna muerte es un diario apócrifo autobiográfico, es la novela de un desesperado por vivir, de un peregrino por la vida. La primera parte se llama Breve combate de inoportuna muerte y fue publicada en España. Esta es la segunda edición, se le agregó una parte que se titula Extraños conjuros para evitar la muerte. Las dos aluden a la idea de la muerte, que de alguna manera es la idea de la vida.

 

“Esta novela salió de un compromiso de un hombre de fe para seguir vivo, no quiero decir que salió de un compromiso a la divinidad, pero sí de un hombre de fe con lo divino. Primero prometí una novela y, prometí, si quedaba vivo, que me iba peregrino a Santiago de Compostela en año Jacobeo. Estos años caen cada tanto tiempo y para que cayera el próximo faltaban cuatro años. Estaba pactando con la naturaleza, con lo divino, era un pensamiento íntimo con Dios. Antes me fui a todos los santuarios mexicanos”, comentó el novelista.

 

En De inoportuna muerte, Eros y Tánatos confluyen en el deseo: de vida, de muerte, porque para el escritor, todo sentido de vida es el gozo en el más amplio sentido de la palabra. Explicó que el gozo se experimenta desde el acto cotidiano, por ejemplo mirar un árbol, el amanecer o ver volar a una mariposa, “hasta el gozo más íntimo e intenso, que ya sabemos que también por la piel se llega al cielo, como dice el verso de Gilberto Owen”.

 

Agustín Jiménez aseguró que de alguna manera todos sabemos que un día vamos a morir, y compartió que él comenzó a percibir la vida como un milagro cuando sobrevivió a diversos acontecimientos que amenazaron su vida. “El noventa por ciento de la gente vive en la inconsciencia de no saber que está viviendo un milagro”.

 

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