• Acompañada por la escritora y periodista mexicana Sabina Berman

 “La novela El sanatorio de la escritora española Nuria Amat es un libro que necesariamente hay que leer de manera urgente, porque hace a uno reflexionar mucho acerca de lo que está pasando en México y el mundo acerca de los peligros y acechanzas de los nacionalismos y de los políticos corruptos”.

Lo anterior fue señalado por la periodista y dramaturga mexicana Sabina Berman durante la presentación de El sanatorio, la noche del miércoles 29 de marzo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Sabina Berman agregó que “más allá de eso, se trata de una novela que en su construcción es como un río de lenguaje, muy abundante, como un torrente de palabras muy bien escritas y, sobre todo, muy bien pensadas”.

La novela, editada en México por ED Libros, es un libro que, aseguró Sabina Berman, “me ha gustado mucho, y por eso acepté estar aquí esta noche. Yo a la autora no la conocía, pero su libro me ha parecido muy interesante porque, además, contiene un gran español contemporáneo. El lenguaje en sí es una delicia”.

El sanatorio es una reflexión escrita a manera de novela, una alegoría de una civilización enferma, derrotada, amedrentada por el dominio de los poderes políticos que han hecho de la acusación al otro su razón de ser. En esta utopía negativa, se coloca un espejo en el que los lectores reconocen de inmediato los males que aquejan al mundo.

“Denuncia un mundo dominado por un nuevo autoritarismo insidioso, de baja intensidad, que promueve procesos de ruptura con la realidad mediante nuevas formas de exclusión, políticos falsarios y triunfo de las identidades colectivas sobre las individuales”, se lee en el volumen.

Nuria Amat, barcelonesa de nacimiento, es una escritora y periodista que ha viajado y vivido en Colombia, México, Alemania, Francia y Estados Unidos. Es doctora en ciencias y tecnologías de la documentación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Sus novelas y colecciones de relatos la han consagrado como una de las grandes narradoras en lengua española de los años recientes.

Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, húngaro, rumano, árabe, portugués, alemán, checo y sueco. Ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Ciudad de Barcelona 2002 por su novela Reina de América y el Premio Ramon Llull 2011 por su novela Amor y guerra.

En el acto organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, Amat y Berman entablaron una charla sobre el volumen presentado y los diversos tópicos que aborda.

Sostuvo Amat que no era su propósito escribir una novela acerca de los peligros que representan en la actualidad los nacionalismos y la corrupción de los políticos en el mundo: “Yo escribo artículos sobre política en el diario El País. Escribo poco, pero de pronto un día me di cuenta de que ya estaba yo escribiendo el libro.

“Esto es muy interesante para el tipo de literatura que yo hago, que se impone a la realidad. Antes, en 2000, escribí Reina de América, acerca del conflicto colombiano. Yo viví allá, y cuando he vuelto a ese país me dicen que mi libro refleja exactamente la situación que se vive hoy en día.

“Yo creo que la literatura adivina más de lo que uno cree. Por eso pienso que El sanatorio es una novela visionaria y que invita a la reflexión acerca de los momentos que estamos viviendo, y también a despertar conciencias”, refirió Amat.

Sabina añadió que “la corrupción es un problema sistémico. Recordemos que los funcionarios que venían de España a gobernar la Nueva España, compraban sus puestos y tenían entendido que podían pedir prebendas, moches, sobornos, para cubrir lo que les había costado el puesto”.

Asimismo, coincidieron en que en ambas naciones se vive una situación preocupante en cuanto a la división en la política de izquierda.

“Tenemos una izquierda dividida, debilitada, lo que permite el surgimiento de nacionalismos exacerbados. A mí lo que me preocupa es que no veo todavía una reacción de la misma izquierda mexicana. En México hay una indeterminación de qué hacer con la libertad que ganamos en 2000.

“Me inquieta la izquierda mexicana; que sus recursos sean regresar al pasado, es decir, saltarse lo que aprendimos de 2000 a 2017 en cuanto a la democracia como un sistema de pensamiento, una manera de convivir, el debate como una forma de conocer todos juntos un tema, entrar a un debate sabiendo que yo tengo una postura, pero no necesariamente es la única y la persona de enfrente me va a enseñar el otro flanco del asunto y yo voy a aprender.

“Si la izquierda no supera estos problemas, ¿a qué regresa?”, planteó finalmente Sabina Berman.