• Domingo Reyes, padre del general Bernardo Reyes, fue también un destacado militar 
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  • Bernardo Reyes fue un gobernante modernizador en Nuevo León, en tiempos de Porfirio Díaz 
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  • “Resulta interesante observar al ejército como parte del desarrollo cultural del país; sobre todo porque la relación entre pueblo y ejército en México es privilegiada”, César Callejas
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Dentro de las actividades realizadas como parte de los festejos por el centenario del Ejército Mexicano, el Instituto Nacional de Bellas Artes invita a la actividad "La espada y la gloria. ejército y cultura en Bernardo Reyes y sus hijos”.

 

En esta actividad, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura, se hablará acerca de Bernardo Reyes, quien fue un destacado militar y político mexicano.

 

Para esta sesión se contará con la presencia de César Callejas. La cita es el martes 22 de octubre, a las 19:00 horas, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

 

“Resulta interesante observar al ejército como parte del desarrollo cultural del país; sobre todo porque la relación entre pueblo y ejército en México es privilegiada”, expresó César Callejas en entrevista.

 

El día 20 de agosto de 1849 nació en Guadalajara el general Bernardo Reyes, quien fue un reconocido militar mexicano, un hombre valiente, de ideas liberales y un buen administrador. Desde la edad de 14 años, en que dejó la escuela para irse a luchar contra los invasores franceses, su carrera como militar fue en ascenso.

 

De acuerdo con el cedulario del Castillo de Chapultepec, Bernardo Reyes fue una de las figuras fundamentales del porfiriato, un hombre fuerte del régimen, procónsul del norte, pacificador y constructor de ciudades. Pieza clave de la fuerza política que gobernó a este país durante más de 30 años. César Callejas, en entrevista, comentó que “Bernardo Reyes sirvió para los gobiernos federales en defensa de la soberanía ante las invasiones extranjeras, era lo que hoy podríamos llamar un militar profesional, en contraste con los que se hicieron militares con ocasión de los movimientos políticos”.

 

El general Reyes se incorporó como secretario de Guerra en 1900 y "se encargó de modernizar al ejército a través de tres vertientes: a) Equipamiento. Buscando traer los progresos materiales que se estaban produciendo particularmente en Francia y Alemania; b) Educativo. Poniendo el acento en la formación de los cuadros militares y, sobre todo, de los oficiales y mandos y, c) Táctico. Redistribución del poder militar  vigilancia de fronteras", agregó el doctor Callejas.

 

Otra aportación de Reyes al ejército fue la denominada Segunda Reserva, que fue un cuerpo de voluntarios de diferentes extractos sociales. Mediante esta facción militar, se logró acercar a profesionistas, técnicos y obreros especializados a las fuerzas armadas, e influyó también en la formación educativa de los oficiales de mando. Un efecto secundario es que una buena parte del reyismo, como tendencia política, se alimentó de la Segunda Reserva.

 

Enn 1909 el General Reyes, apoyado por sus partidarios, fue propuesto para la vicepresidencia de la República, hecho que lo enfrentó con el general Porfirio Díaz, por lo que tuvo que salir “comisionado” a Francia. A su regreso se encontró en plena revolución. Engañado, tomó parte en la asonada del 9 de febrero de 1913 para tomar Palacio Nacional pero murió en el intento. Bernardo Reyes, el militar que creció con Juárez y maduró con Díaz, moriría en los albores del movimiento revolucionario como oponente de Madero, en uno de los más oscuros episodios: la Decena Trágica, indican varios registros en la Capilla Alfonsina.

 

Aunque como expuso César Callejas, “la mayor parte de las reformas de Reyes pasaron a segundo término o fueron olvidadas”, el legado de Bernardo Reyes no terminó con él, ya que también fue padre de once hijos, entre ellos Rodolfo y Alfonso, este último, de acuerdo con la página de la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México, fue un gran humanista y escritor mexicano. Reconocido como uno de los más grandes escritores hispanoamericanos del siglo veinte. Su prosa es única, y sus estudios sobre la cultura helénica extensos.

 

Toda su obra ha sido publicada por el Fondo de Cultura Económica en 26 volúmenes. Ha sido traducido a varios idiomas. Diversos reconocimientos, medallas, diplomas, comentarios de su obra, y varias menciones para ser candidato al Premio Nobel de Literatura, hablan de la personalidad y valor de Alfonso Reyes.

 

César Benedicto Callejas Hernández es licenciado en derecho con estudios de posgrado en Estudios Judaicos, doctor en derecho por la UNAM. Título de Especialista en Argumentación Jurídica por la Universidad de Alicante, España. Miembro del Taller de creación literaria de la Capilla Alfonsina, INBA.

 

Desempeñó diversos cargos en la Administración Pública Federal de México: Coordinador de Asesores del Abogado General de la UNAM (1999-2000), del Director General del Instituto Nacional del Derecho de Autor (1994-1999) y del Director de la Facultad de Derecho de la UNAM (2000 - 2008). Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Director del Seminario de Propiedad Intelectual de la misma Facultad y socio de la firma Callejas & Asociados, especializado en propiedad intelectual.

 

Ha publicado obra en medios impresos y electrónicos universitarios, de análisis y periodísticos. Autor de los libros Argumentación jurídica en la formación y aplicación de Talmud (2008), Siete ensayos de interpretación sobre la utopía latinoamericana (2010), coautor del libro Temas selectos de derecho constitucional (2003), entre otros. Ha realizado trabajos de coordinación editorial con la UNAM, SEP y El Colegio de México, entre otros.