• “Todo escritor habla de lo que le gusta o padece o le agradaría ser o hacer o le encantaría que sucediera”: Briceida Cuevas Cob
  • Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, el próximo miércoles 6 de agosto a las 19:00 horas

 

El escritor Carlos Montemayor reconoció en la escritura de Briceida Cuevas Cob, una de las más altas expresiones líricas de todas las escritoras actuales en lenguas indígenas. Ella nació en Tepakán, aldea perteneciente al estado de Campeche, y desde pequeña estuvo en contacto con el idioma español, pues las clases en la escuela siempre fueron en castellano, “en ese idioma que solamente hablan los ricos”, como se lo hizo  saber alguna vez su padre.

 

Briceida creció con la idea de que solo se podía escribir y declamar los poemas en castellano, noción que de grande se desvaneció cuando conoció la riqueza de las expresiones cargadas de metáforas en su lengua, que describen la cosmovisión maya. “En este mismo sentido, comparto estos dos términos menos conocidos por el vulgo y que usamos, tanto estudiosos de la lengua como escritores, para decir poesía y poeta: ik’il t’aan, j méek’ táan ik’il t’aan  (El aliento, voz o palabra del viento), lo que explica que, asimismo, entre otras acepciones, al poeta se le llame jmeek’ táan ik’il t’aan (el que tiene la capacidad de abrazar de frente el aliento del viento)". 

 

 

Esta actividad será una charla entre la poeta Pura López Colomé con Briceida Cuevas Cob y se realizará en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes el miércoles 6 de agosto, a las 19:00 horas, como parte del ciclo “La primera raíz”. Durante la presentación, a Cuevas Cob le interesa hablar de la oralidad en la literatura.

  

Estas expresiones dan muestra de la oralidad, dice, ya que finalmente contar de boca en boca un suceso “no es más que la voz del viento que en forma de sonido y memoria se deposita en la boca de los seres creados, para concretar la comunicación de todos los días y así registrar la historia de la humanidad”. Y sobre esa oralidad, que da cuenta de las referencias literarias antiguas,  asegura que se basa la producción literaria actual. 

 

El reto de cursar la educación primaria fue doble, pues Briceida recuerda las dificultades de aprender los contenidos educativos al mismo tiempo que trataba de asimilarlos en un idioma que no acostumbra hablar en casa. Pero ahora Cuevas Cob se siente orgullosa, pues a partir de su producción literaria también traduce, con lo que, aclara, “tenemos la ventaja de saber entrar y salir de una lengua a otra, lo que permite tener la licencia de acercar lo más que podamos la esencia del texto escrito y pensado en la lengua nativa, a la otra lengua con la que también convivimos todos los días”. 

 

En sus poemarios, los temas acerca de los que escribe son universales, pero lo que los hace únicos es la manera en que habla sobre ellos, pues cada cultura concibe de manera distinta la vida: “Por ello puedo decir que la historia mía es similar en gran medida a la de otros miembros de la comunidad e incluso de otros seres del universo”. Lo concerniente a la naturaleza, al desamor, a la denuncia ante la discriminación, a la vida, a la muerte, han sido tópicos constantes en sus escritos “porque todo escritor habla de lo que le gusta o padece o le agradaría ser o hacer o le encantaría que sucediera”, confiesa.