*** Ambos escritores, orgullo para México: Teresa Vicencio, directora general del INBA
*** Ambos escritores sostuvieron una plática con Ignacio Solares

Teresa Vicencio Álvarez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), reconoció anoche a los escritores Vicente Leñero y José Agustín con la Medalla Bellas Artes, máxima distinción que otorga el INBA a destacados creadores mexicanos.

 

En el evento, realizado en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes la tarde-noche del miércoles, la funcionaria expresó que el trabajo de ambos escritores “es un orgullo para México y un ejemplo de constancia y de inteligencia, con una línea de pensamiento congruente… La calidad y oportunidad de su trabajo continuo, los ubica como dos escritores a los que seguiremos acudiendo, como siempre, por estar vigentes y ser entrañables por siempre”.


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En su momento, el escritor y periodista Vicente Leñero (Guadalajara, 1933) agradeció la distinción que le otorgó el INBA. “Cuando uno se va volviendo viejo recibe los estímulos que no obtuvimos durante nuestra juventud, y ahora, en la última etapa de nuestra carrera, dichos estímulos son un añadido a nuestra trayectoria literaria”, dijo.

 

Reconoció que fue sorpresiva para él la entrega de la Medalla Bellas Artes, “y más aún recibirla junto con un entrañable amigo, como José Agustín, con quien estoy ligado por un inicio muy importante; es un orgullo recibir este premio”.

 

Por su parte, José Agustín (Acapulco, 1944) agradeció a Leñero la gentileza y los lazos amistosos y profesionales que ha mantenido con él a lo largo de su vida, y al INBA, por conducto de Teresa Vicencio, por reconocerle los hechos de su perseverancia: “La escritura se ha convertido para mí en una experiencia verdaderamente fascinante, y la literatura me ha proporcionado una de la emociones más grandes del mundo, experiencias sensacionales, diferencias y algo de sabiduría”, aseveró el ganador de los premios de Narrativa Colima 1983 por Ciudades desiertas, y de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 1993, por toda su trayectoria.

 

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CHARLA CON IGNACIO SOLARES

 

Antes de la ceremonia de entrega de la Medalla Bellas Artes, los galardonados y el también escritor Ignacio Solares sostuvieron una plática en torno a su pasión por la literatura. Luego el actor Jesús Ochoa leyó fragmentos de las novelas Los albañiles, de Leñero, y De perfil, de José Agustín.

 

En ese encuentro, Leñero dijo que dos cosas sorprendentes del autor de La tumba, Inventando que sueño, Tragicomedia mexicana y El rock de la cárcel,es lo precoz de su trabajo, ya que escribió su primera novela a los 19 años, y las grandes ventas de sus libros, como escritor, “ha sido todo un acontecimiento, tanto por su éxito comercial como por cambiar la imagen de la literatura”, añadió.

 

Explicó que José Agustín representa la frescura y la desfachatez para escribir, pues había un cierto descaro y un cierto impulso incentivo que no estaba exento del rigor literario, por eso presumo de haber leído página por página el borrador de su novela De perfil. José Agustín y su generación demostraron que sí se podía escribir sobre lo que se vivía, por ejemplo, esta última obra sigue siendo interesante y seguirá sorprendiendo, porque revela el amor hacia sus padres, entre otros temas, indicó Leñero.

 

José Agustín recomendó a los jóvenes actuales que lean al autor de Los albañiles, Los periodistas y el Evangelio de Lucas Gavilán, entre otros libros, porque es un autor de primera línea, “absolutamente excitante y sensacional. Con él, los jóvenes lectores descubrirán que la literatura tiene puertas que se pueden abrir en todas direcciones; prácticamente infinitas”.

 

Explicó que Leñero (ganador del Premio Xavier Villaurrutia 2000, por La inocencia de este mundo) pudo resolver problemas de su religiosidad con el mundo en que vivíamos en aquella época: “Es un experto en trabajar la realidad de la literatura y la ficción con la realidad misma”.

 

El narrador Ignacio Solares afirmó que ambos escritores demostraron su precocidad para las letras, de ahí que Agustín se haya convertido en un clásico de la literatura mexicana y Leñero en uno de los grandes escritores de las letras hispanoamericanas: “Hay que amar a la literatura por sobre todas las cosas”.