• Constituye un testimonio de la manera en que se lee a Lezama Lima en México 

  • Participan David Huerta, José María Espinasa, Rafael Mondragón y Salvador Gallardo 
  • Jueves 15 de noviembre a las 19:00 horas en la Capilla Alfonsina

 

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita a la presentación del libroCurso Délfico. Lecturas de Lezama Lima, producto de reflexiones hechas por diversos escritores acerca de la figura de este escritor cubano.

 

El libro será presentado por David HuertaJosé María EspinasaRafael MondragónSalvador Gallardo el próximo jueves 15 de noviembre a las19:00 horas en la Capilla Alfonsina, ubicada en Benjamín Hill 122, colonia Condesa (Ciudad de México).

 

En noviembre de 2010 destacados escritores se reunieron en el Palacio de Bellas Artes con motivo del centenario del natalicio del poeta y ensayista cubano José Lezama Lima, donde se reconoció, entre otras cosas, la enorme importancia de su obra cumbre: la atípica novela Paradiso. Del encuentro resultaron valiosas reflexiones acerca de la obra de este autor que se recogen en el libro Curso Délfico, constituyendo así un testimonio de la manera en que se lee a Lezama Lima en México.

 

Para Lezama Lima, la noción de “Curso Délfico” representaba una postura sibarita ante la vida: el buen gusto al comer y al leer. Una actitud gracias a la cual “cada libro debe ser una forma de revelación”, como lo escribió el escritor cubano en su novela Oppiano Licario.

 

Curso Délfico reúne los textos leídos en esa ocasión, cuyo encuentro fue organizado por el poeta David Huerta y donde se presentaron los temas:Lezama en el desiertoLezama Lima: los vínculos, las imágenes, el caracol y la escaleraHacia una teología insular, Taumaturgia es la palabra; Las cuatro escalas del itinerario lezamiano en México: D.F.-Cuernavaca-Taxco-Puebla, yUn secreto homenaje: Efraín Huerta y José Lezama Lima.

 

José Lezama Lima (La Habana, Cuba, 1910) fue autor de una obra culterana, saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Tardíamente reconocido, ha dicho David Huerta, Lezama supo sólo al final de su vida que la portentosa suma de sus escritos alcanzaba, conmovía e inquietaba a una gran cantidad de lectores, sobre todo a los jóvenes.

 

El autor cubano desarrolló una erótica de la escritura, anticipándose, de esta manera, a las corrientes europeas de la estilística estructuralista. Para el escritor peruano Julio Ortega (1942), Lezama Lima es probablemente uno de nuestros escritores más fieles, en el sentido de que fue un artista oficiante y un fundador cultural, tanto por su capacidad de renovación como por su magnífico sentido de pertenencia y de universalidad.