• Como parte del ciclo “100 Años Cortazarianos”
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  • Participan Geney Beltrán, Gabriela Damián y Marina Porcelli
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  • Jueves 3 de julio, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia

 

Geney Beltrán, Gabriela Damián y Marina Porcelli hablarán sobre las dimensiones de la narrativa de Julio Cortázar y las poéticas de sus novelas, en la actividad “100 Años Cortazarianos”, a celebrarse el jueves 3 de julio, a las 19:00 horas, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, con sede en Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

 

A cien años del nacimiento del escritor argentino y a 51 años de la publicación de Rayuela (1963), en esta actividad se discutirá sobre la influencia de la narrativa cortazariana en la literatura contemporánea, pues Rayuela no solo es una de las obras más importantes de Julio Cortázar, también revolucionó la estructura de una novela y, con ello, la forma de leer un libro.

 

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita a la mesa “100 años Cortazarianos. Las poéticas de sus novelas. Recorridos, narrativas y mirada crítica sobre Rayuela”, la cual está organizada por la Coordinación Nacional de Literatura. Los participantes abordarán cómo los recorridos urbanos deRayuela convirtieron a Buenos Aires y París en ciudades emblemáticas de la literatura.

 

Julio Cortázar (Bélgica, 1914-Francia, 1984) realizó estudios en letras en Argentina y dio clases en zonas rurales del país sudamericano. En 1951 se mudó a París, donde inició y desarrolló su trabajo literario. En 1963 publicóRayuela, obra que por su estilo y estructura se convirtió en una de las novelas más importantes escritas en español.

 

Rayuela es una obra de contrastes, es una novela en continuo movimiento que mezcla la narrativa y la poesía, la realidad y la fantasía, la razón y el absurdo, el orden y el caos, la vida y la muerte, la verdad y la mentira. Rayuela es un ensayo de la literatura en el que Cortázar expone los juegos que desarrolla la sociedad contemporánea, que de forma lenta y sistemática se va asfixiando en el absurdo y el intelectualismo anodino.