· Participarán Luis Cortés Bargalló, Jocelyn Martínez Elizalde, Gustavo Alatorre e Iván Cruz Osorio

· El miércoles 4 de octubre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes

· La obra de Max Rojas es vigente y leída por muchos: Iván Cruz Osorio

 

A 45 años de la publicación de la primera edición de El turno del aullante y a 30 de Ser en la sombra del poeta Max Rojas, Malpaís Ediciones publica la primera entrega del Archivo Max Rojas, el cual incluye escritos inéditos. En la presentación de esta colección conversarán Luis Cortés Bargalló, Jocelyn Martínez Elizalde, Gustavo Alatorre y el editor Iván Cruz Osorio, quien fungirá como moderador, el miércoles 4 de octubre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Desde sus primeros poemas, incluidos en El turno del aullante, la obra de Máximo Rojas Proenza (Ciudad de México, 4 de junio de 1940-24 de abril de 2015) es una evocación de fantasmas y sombras, un preludio de la muerte, una elegía de sí mismo. Su entrañable amigo y editor, Iván Cruz Osorio, compartió en entrevista a la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes que el poeta pensaba que la muerte lo acechaba, por lo que acudió a una imprenta que encontró en la calle de Bucareli e imprimió cien ejemplares de su primer poemario y lo repartió a sus amigos.

 

“A los 31 años se pagó la edición de su libro porque sentía que nadie lo iba a publicar y porque era su testamento. ‘Quiero decirles a las personas que quiero en este momento, que este libro es para ellos. Es la única forma que tengo para decirles que los quiero, porque me voy a morir’, decía, y este sentimiento lo acompañó siempre”, recordó Cruz Osorio.

 

A decir del editor de Malpaís, la poesía era para Max Rojas una catarsis en sus momentos de desesperación. Sus poemas fueron creados cíclicamente: El turno del aullante fue escrito entre 1958 y 1971, y su segundo poemario, Ser en la sombra(1986), lo publicó 11 años después de haberlo terminado. Fue en 1975 cuando el poeta decidió dejar la escritura y sus militancias políticas para dedicarse a trabajar, casarse y tener hijos. Mucho tiempo después retomó la poesía y comenzó a escribirCuerpos.

 

“Es muy particular la escritura de Max Rojas. Sus primeros dos libros son manifiestos de su postura estética y ante la vida. De pronto creó un universo del lenguaje. Hay poemas escritos con groserías y con mucho caló, como el famoso Diez de El turno del aullante. Max inventaba palabras. Hay toda una búsqueda del lenguaje, bastante peculiar, en su obra. Es en ese sentido una continuidad a la obra de Renato Leduc o Efraín Huerta, quienes, en algún punto de su obra, se interesaron mucho por el coloquialismo, el albur, el doble sentido, el humor negro. Max lo acogió y, si eres lector asiduo de su obra, te das cuenta de que se burla de sí mismo”.

 

La primera entrega del Archivo Max Rojas de Malpaís Ediciones incluye un sobre con timbres postales, la reedición de estos dos libros y un apéndice crítico con los ensayosEl turno del aullante a 45 años de Cruz Osorio y Ser en la sombra a 30 años de la poeta María Cruz Bravo, así como dos cartas de los escritores cubanos Cintio Vitier y Fina García Marruz sobre el primer poemario de Rojas.

 

“Tomamos la identidad primera que tuvieron estos libros, el mismo engrapado y pegado, pero lo trajimos al estilo Malpaís con el pretexto de la conmemoración de los 45 años de la primera edición de El turno del aullante y los 30 de Ser en la sombra. Es también el primer paso para el Archivo Max Rojas, que busca paulatinamente publicar la obra inédita de Max. Desde mi punto de vista como su amigo y editor, solo el 40 por ciento de su obra es lo que se conoce. Entonces hay un 60 por ciento que es inédito”.

 

Max Rojas fue hijo del mexicano Jorge Luis Rojas Mendoza y de la cubana Caridad Proenza y Proenza. Ambos apoyaban al Partido Comunista de México, por lo que desde muy joven el poeta estuvo rodeado de integrantes de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios. Osorio Cruz comentó que, a pesar de que Max Rojas era miembro del Partido Comunista, en sus libros nunca incluyó poemas que escribió sobre el Che Guevara, la intervención de Estados Unidos en Guatemala o la Guerra Civil Española. Por tal motivo, decidió incluir este material inédito en el Archivo Max Rojas.

 

“Max en algún momento me permitió rascar en sus textos y pude encontrar una serie de poemas que escribió durante los años sesenta y que no incluyó en El turno del aullante. También encontré varios poemas sobre su postura política, que le pareció buena idea publicar, pero no se concretó. Además, escribió Notas para una poética en tiempos de guerra, una novedad para sus lectores, pues son consejos para escritores jóvenes. Entonces, publicaremos sus poemas políticos y esta poética el próximo año”.

 

Iván Cruz Osorio mostró su entusiasmo por el interés que el público joven tiene en la obra de Max Rojas: “A dos años de su muerte, estos libros siguen siendo vigentes. Yo he conocido a varios chicos de 16, 17 y 18 años que se sienten identificados con las palabras de Max. Su obra es vigente y leída, y es algo que pocos poetas de su generación se pueden dar el lujo de afirmar. En ese sentido, Max Rojas no ha muerto: sigue con nosotros”.