Se hablará de la obra del guatemalteco en el ciclo Lo joven y lo clásico

Este miércoles 20 de septiembre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes

 

Poeta, ensayista de crítica plástica y diplomático, Luis Cardoza y Aragón pasó la mayor parte de su vida exiliado en México. En esta sesión del ciclo Lo joven y lo clásico, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, el escritor Iván Cruz Osorio hablará sobre las múltiples facetas del guatemalteco, este miércoles 20 de septiembre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. Entrada libre.

 

Luis Cardoza y Aragón nació en Antigua, Guatemala, el 21 de junio de 1904 y murió en la Ciudad de México el 4 de septiembre de 1992. Radicó en Estados Unidos y Francia, donde se relacionó con los surrealistas. Se estableció en México de 1932 a 1944 y se integró activamente a la vida cultural de este país.

 

Iván Cruz Osorio comentó en entrevista que “Luis Cardoza y Aragón fue uno de los primeros críticos del arte visual en México que realiza una labor honesta de crítica y difusión del arte mexicano. No en un carácter de fanático, sino en una franca labor de análisis de las corrientes europeas, que él conocía muy bien, y la labor que se realizaba en México”.

 

Se desprenden importantes ejercicios de crítica de Luis Cardoza y Aragón en títulos como Carlos Mérida (Ediciones del Palacio de Bellas Artes, 1934), Rufino Tamayo (Ediciones del Palacio de Bellas Artes, 1934), Pintura mexicana contemporánea (Imprenta Universitaria, 1953) y México, pintura de hoy (Fondo de Cultura Económica, 1964). Cabe resaltar también la crítica profunda a la obra de José Clemente Orozco, a quien catalogó como el mejor muralista mexicano, en trabajos como Orozco (Losada, 1942).

 

La obra de Luis Cardoza y Aragón tuvo mucha influencia de México durante su exilio. A decir de Iván Cruz Osorio, en la prosa del guatemalteco y en su crítica de arte, los artistas a los que se refiere son casi siempre mexicanos. En su poesía también es evidente el contacto, pues establece vasos comunicantes con poetas del grupo Los Contemporáneos, especialmente con Salvador Novo y Xavier
Villaurrutia, lo cual se hace patente en su poema El sonámbulo de 1937.

 

Cruz Osorio agregó que “la crítica de arte de Cardoza y Aragón es impecable, respetada y leída incluso en nuestros días. En su obra poética es un innovador, trabaja de manera notable el poema en prosa, del cual se convierte en un referente inmediato. Libros como Maelstrom (1926), que se puede describir como un poema novelado, crea nuevos derroteros para vencer el resquemor de trabajar entre distintos géneros literarios. También es el caso de Pequeña sinfonía del nuevo mundo (1948) y Dibujos de ciego (1969)”.

 

Luis Cardoza y Aragón fue un hombre que vivió las vanguardias europeas, como el futurismo en Europa tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Su presencia marcó un antes y un después para muchos escritores mexicanos. “Luis Cardoza y Aragón es un poeta y ensayista que ayudó a formar a escritores de la talla de Octavio Paz, Efraín Huerta y Alí Chumacero, esto reconocido por ellos mismos. En México ayudó a llevar a cabo un diálogo honesto entre el arte visual, la literatura y la política. Un hombre de vital importancia por su obra y su influencia, no solo en escritores mexicanos, sino en sus paisanos, los guatemaltecos”.