• El miércoles 16 de agosto a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
  • La poesía frenética de Pablo de Rokha resulta un objeto romo que podría golpear de manera letal a quien se le oponga, ya sea el lector o él mismo: Víctor M. León Leitón

 

Reeditado por primera vez después de 74 años, Morfología del espanto de Pablo de Rokha es considerada una obra que enfrenta los tiempos terribles, ya que su autor no desespera ante el horror: lo ordena y lo significa con la poesía. Víctor M. León Leitón, Mauricio Torres Paredes y Hernán Lavín Cerda hablarán en torno al tema durante la presentación editorial de la obra que se llevará a cabo el miércoles 16 de agosto a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. Entrada libre.

 

Junto con Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y Pablo Neruda, Pablo de Rokha es considerado uno de los poetas más grandes de Chile y cuesta trabajo imaginar en Latinoamérica una potencia poética mayor. “Si una voz que sobresalga en medio de estas cumbres es ya de por sí singular y sin precedentes, algo que no puede impostarse, la voz de Pablo de Rokha es inconfundible por su vehemencia salvaje, largo aliento en el verso y el poema, un particular interés y cuidado de la chilenidad campesina; así que yo diría que la lengua rokhiana es bastante sólida, aun cuando varíe el tema o el proyecto”. De este modo el escritor Víctor M. León Leitón describió en entrevista la importancia de la obra del autor.

 

En Morfología del espanto, publicada en 1942, se unen lo individual y lo colectivo, donde el horror de una época atormentada por la guerra es el escenario principal. Esta obra pertenece a una etapa en la cual el chileno se enfoca en la beligerancia política y social. “Entonces el lenguaje de este libro es de alta densidad con imágenes poéticas muchas veces in absentia que transmiten una sensación de incertidumbre ante un horror inconmensurable, al tiempo que también es visceral, prosaico, en ocasiones soez, lo que contribuye a restregarnos en la cara un sentido de realidad en descomposición casi tangible de tan contundente; la poesía frenética de Pablo de Rokha resulta un objeto romo que podría golpear de manera letal a quien se le oponga, ya sea el lector o él mismo”, declaró.

 

“Hablar de ideas, en este caso de una poesía tan ecléctica, es una limitante y significa cercenar otras dimensiones importantes como la intuitiva o emocional; es cercenar lo humano, el material que interesó a Pablo de Rokha y del que están hechos sus poemas”, comentó León Leitón.

 

Una característica de la escritura rokhiana es la mezcla verbal donde subyacen lo social, lo doméstico, lo filosófico, lo gastronómico y muchas otras áreas -no necesariamente todas racionales-, que se interconectan con el yo poético. Por ello la lectura de un poeta así resulta abrumadora y para algunos hasta contradictoria.

 

“Dicho esto, puede parecer un gran anacronismo para los jóvenes de 2017 que alguien celebre a Lenin; sencillamente el poeta sintió que era la mejor forma para combatir los terribles avances del fascismo y el nazismo a la luz de la Segunda Guerra Mundial. Si bien en ocasiones su poesía parece lastrada por su contexto histórico, creo que leer a Pablo de Rokha desde la arqueología literaria sería un error, ya que su obra sigue siendo bastante fresca y vital. Sigue aportando mucho, es una cantera a la que los nuevos poetas deberían asistir”, finalizó.