• El viernes 11 de agosto a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, acompañado por Edwin Alcántara y Lazlo Moussong; entrada libre
  • Me interesa lo fantástico y el terror como una explicación del mundo, refiere el autor

 

Novela de género fantástico, gótico y terror sobrenatural en el contexto de la Ciudad de México y sus fantasmas es como se puede definir El reflejo de lo invisible de Humberto Guzmán, la cual presentará en compañía de Edwin Alcántara y Lazlo Moussong el viernes 11 de agosto a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en Nuevo León 91, colonia Condesa. El ingreso será gratuito.

 

Un joven corrector de un gran periódico de la capital descubre que, en la monotonía de su vida, su reflejo en la ventana de su departamento, en un enorme conjunto habitacional, cobra vida propia. Con esta imagen inicia la historia que, a decir de su autor, “se puede interpretar de muchas maneras: la soledad intensa, el misterio de la noche y del reflejo, la insatisfacción de varios tipos, el aburrimiento, la condición del absurdo de nuestras vidas de todos los días y muchas más. Pero lo importante es la sensación de misterio y de suspenso, y allí empieza la intriga”.

 

El reflejo de lo invisible toma rumbos insospechados cuando Alfonso Alandaluz, personaje principal de esta historia, se entera de la existencia de un raro escocés interesado en lograr la inmortalidad, y quien cree que los aztecas o mexicas tuvieron este conocimiento.

 

Guzmán refiere en entrevista que con esta obra no quiso remarcar la transformación de la condición humana ante el mundo cibernético, pues en el libro se ve más bien “el humor con el que se toman los vicios tecnológicos y la dependencia en la que ha terminado toda esta avalancha cibernética, que es absurda también. La humanidad ha existido miles de años sin esta maraña de comunicación superficial. La superficialidad es del público que usa esta tecnología, la cual seguirá multiplicándose y haciéndose indispensable para todo, incluido el sentido de la vida para muchos”.

 

En esta historia dos tiempos se tocan: el actual con el prehispánico. No es exactamente un diálogo de épocas distantes, señala Guzmán, sino una consecuencia de la propia narración y de la condición de su protagonista y su submundo.

 

“Y como resultado, quizás, viene el recurso de lo fantástico: la evasión, el mundo interior. En realidad, a mi protagonista los tenochcas le dan miedo y los identifica con el miedo que lleva en su interior. Por eso El reflejo de lo invisible es una novela de terror sobrenatural, esto significa: inexplicable. Pero el principio es aquel: los tenochcas aterrorizan a Alfonso Alandaluz, un joven del año 2000”.

 

Simultáneamente con El reflejo de lo invisible, Guzmán ha publicado Historias de amantes y otros fantasmas, volumen que reúne sus cuentos de varias décadas y en el cual también incluye relatos de terror. “Me interesa lo fantástico y el terror casi como una explicación del mundo o como una manera de sobrevivirlo”, finalizó.